El uso más prolongado de nuestros productos permite reducir su impacto a lo largo de su ciclo de vida. Por tanto, como parte de nuestra estrategia de sostenibilidad, pretendemos mejorar todavía más las magníficas propiedades protectoras de los productos GORE-TEX y ayudar así a los usuarios a prolongar su vida útil.
«Durabilidad» es una palabra clave que nos viene de inmediato a la cabeza al pensar en los productos GORE-TEX. Porque, cuanto más duradero es un producto, menor es su impacto ambiental. Esto se aplica a todos los productos GORE-TEX, desde la gama GORE-TEX PRO, nuestro nuevo producto estrella, hasta nuestros tejidos de alta visibilidad GORE-TEX específicamente diseñados para mantener sus propiedades reflectantes durante toda la vida del producto.
Gore Fabrics adopta un enfoque de evaluación del ciclo de vida para medir e identificar los impactos medioambientales de todos los aspectos de nuestros productos, desde la producción de las materias primas por parte de los proveedores hasta el final de su vida útil, pasando por la fabricación y el transporte. Hasta tenemos en cuenta el impacto de los ciclos de lavado y secado durante la vida útil de las prendas. Con estos datos, podemos centrar nuestros esfuerzos de sostenibilidad donde tienen más incidencia.
La evaluación del ciclo de vida (LCA) de una chaqueta GORE-TEX pone de manifiesto que el mayor impacto ambiental se produce durante su fabricación y su distribución (que representan alrededor del 64% de las emisiones de carbono). Las fases de lavado, secado y eliminación de la vida de una chaqueta tienen un impacto más reducido en el medio ambiente. Gracias a este estudio, sabemos que prolongar la durabilidad, o la vida útil, de un producto es el factor individual que más influye a la hora de mejorar su impacto medioambiental.
La evaluación del ciclo de vida (LCA) es un instrumento estandarizado a escala mundial (ISO 14040-14044) que mide la huella ambiental de un producto acabado. La LCA evalúa todo el proceso empleando un enfoque de la «cuna a la tumba», desde la extracción y el procesamiento de las materias primas hasta las fases de producción, distribución, uso, reparación, mantenimiento y eliminación final o reciclaje del producto.